sábado, 30 de noviembre de 2013

"La idea de resistencia global es muy bella, pero creo que es poco realista"


Así lo aseguró la india Gayatri Spivak, referente de los estudios poscoloniales. Su ensayo ¿Puede hablar el subalterno? puso en cuestión la unidad de los explotados: no es lo mismo un obrero alemán que una hindú analfabeta.


 
  Gayatri Spivak nació en Calcuta, en febrero de 1942, en el seno de una familia de clase media urbana. Desde los comienzos de su formación universitaria en la India, los escritos de Carlos Marx fueron una referencia clave para indagar en el concepto de explotación. En ellos, esa joven estudiante de literatura comparada buscaba una referencia, pero también una pista para su revisión teórica, para superar los límites en los que esa noción se desplazaba: un proletariado industrial, blanco y europeo. En los Estados Unidos, en la Universidad de Cornell, conoció a Paul de Man, futuro director de su tesis de doctorado sobre la vida y poesía de W. B. Yeats, y unos años después, introdujo la deconstrucción de Jacques Derrida en el mundo anglosajón con la traducción de De la Gramatología. En 1983, Spivak escribió el ensayo que la convertiría en una referente mundial: ¿Puede hablar el subalterno?
Con el uso del concepto de subalternidad, una noción tomada de la obra de Antonio Gramsci, Spivak buscaba cuestionar la unidad de los explotados y exponer las distintas realidades que se escapaban al análisis de clase. ¿Una mujer hindú, colonizada, analfabeta, de piel oscura y campesina, cuenta con el mismo rango que un sindicalista alemán? La pregunta retórica del ensayo ponía en evidencia así el silencio estructural de quienes se ubicaban en lo más bajo del capitalismo, quienes no podían ser representados porque no había institución que legitimara ni escuchara sus palabras.
El texto se convirtió en un clásico de la teoría social contemporánea y de los trabajos poscoloniales, entre ellos, los del Grupo de Estudios Subalternos creado a principios de los '80 por historiadores de India, como Ranajit Guha. La iniciativa había surgido en respuesta a una historiografía india que, según el punto de vista de estos teóricos, respondía a los intereses de las elites locales y subordinaba la lucha de los más pobres a una propuesta nacional. Este trabajo influyó, años más tarde, en la creación de un Grupo Latinoamericano, conformado, entre otros, por Ileana Rodríguez y Walter Mignolo, quienes plantearon la necesidad de crear nuevas perspectivas para pensar las realidades regionales y dejar de lado el eurocentrismo y la lógica colonial de las ciencias sociales en Latinoamérica.
A pesar de su pertenencia al Grupo, Spivak nunca se sintió cómoda con las definiciones cerradas. Ni para las categorías, ni para ella misma. A principio de la década del noventa, Spivak se definía a sí misma desde una serie de controversias: "Soy vista por los marxistas como demasiado codificada, por las feministas como demasiado identificada con lo masculino y por los teóricos indigenistas como demasiado comprometida con la teoría occidental. Estoy inquietamente complacida por esto."
Durante su paso por Buenos Aires, invitada por el Programa Lectura Mundi de la Universidad de San Martín (UNSAM), Spivak dialogó con Tiempo Argentino sobre la llamada "primavera árabe", sobre India, Israel y el estado actual de la globalización, y aseguró: "Creo que la idea de resistencia global es muy bella, y definitivamente no tengo nada en contra de ella, pero no creo que sea ni un poco realista. No creo que el capital financiero, que es lo que mueve al mundo, esté remotamente interesado en lo que pasa allí."
–¿Cómo se puede pensar la categoría de "subalterno" hoy?
–No creo que sea necesaria esa categoría para el tipo de luchas que existen hoy. Los movimientos de resistencia en la calle no necesitan la idea de subalterno, porque es otro tipo de activismo. Sin embargo, es una categoría teórica que sí sirve para otros activistas políticos, especialmente la gente joven. Al Estado se lo ha desempoderado en función de una sociedad civil internacional que sólo justifica el interés por uno mismo. Por eso, la mayoría de los jóvenes no reconocen al Estado y responden a una variedad de anarquismos. Pero el Estado es la única herramienta que nos queda para los subalternos, porque todos esos otros modelos de ayuda desde arriba, son formas de voluntarismo. 
"Los movimientos de resistencia en la calle no necesitan la idea de subalterno, porque es otro tipo de activismo".
–La idea de subalterno fue tomada de los textos de Gramsci. ¿Necesita de una redefinición teórica?
–Como el concepto de Tercer Mundo, el de subalterno ha sido bastardeado, y por eso ha perdido parte de su utilidad. El concepto de Gramsci no ha sido revisado ni actualizado en gran medida. Un subalterno es una persona sin identidad, una posición negativa, para lamentar y destruir. Si alguien puede decir yo soy un subalterno, no es un subalterno. Lo único que le agregaría a Gramsci, que él no sabía, es que se puede tener subalternización, algo que se vio reflejado con el desmantelamiento del Estado de Bienestar. Eso sí es nuevo, lo que se ve en la primavera árabe. Yo no estoy interesada en corregirla, pero si me hacen la pregunta, tengo que contestar que la categoría no es útil en el modelo de activismo de hoy.
–Occupy Wall Street, los levantamientos en los países árabes, las concentraciones en Brasil, fueron vistas como expresiones de una resistencia global. ¿Tiene sentido pensarlas colectivamente o lo nacional todavía tiene un valor explicativo?
–Creo que la idea de resistencia global es muy bella, y definitivamente no tengo nada en contra de ella, pero no creo que sea ni un poco realista. No creo que el capital financiero, que es lo que mueve al mundo, esté remotamente interesado en lo que pasa allí. Hace poco estuve en el Foro Económico Mundial de Abu Dhabi y la gente joven que fue al foro social me preguntaba acerca del futuro de la "primavera", de Occupy, y yo respondía lo que digo siempre: que la pasión política no llega al establishment. Sin embargo, es cierto que también hay otras miradas. En una de las sesiones del Foro, por ejemplo, se estaba hablando sobre las sociedades en transición, y una persona de Egipto pidió la palabra y aclaró que ella estaba trabajando en su país y que lo que necesitaba era adquirir práctica para regular el Estado y el capital, más que seguir las proposiciones entusiastas de conectar a todos estos lugares porque en todos hay descontento. Estaba tan feliz de escuchar eso.
–En ¿Puede hablar el subalterno? usted mencionaba un deseo de Occidente de conservarse como Sujeto sin determinaciones geopolíticas. ¿Sigue siendo útil esa categoría: Occidente?
–No tengo idea de dónde está ubicado Occidente. ¿Los Balcanes son occidentales? ¿Australia? ¿África es occidental? Yo trabajo en Estados Unidos hace 52 años. Si tuviera que rechazar a Occidente, debería proponerme un tipo de vida distinto. Cada vez que se habla de Occidente, se habla desde la mala fe o la envidia. Debemos pensar un modo distinto de abordar la cuestión, que no sea señalando a unos países u otros. Especialmente los académicos e intelectuales deberíamos repensarnos a nosotros mismos y dejar de mirarnos como Tercer Mundo.
–¿Entonces tampoco tiene sentido hablar hoy de una diferencia entre Occidente y Tercer Mundo?
–Yo me gradué en la escuela secundaria cuando se inauguraba la Conferencia de Bandung, en 1955. Los países recientemente independizados, que no estaban alineados ni al bloque oriental ni al bloque occidental, comenzaban a desarrollar la noción de Tercer Mundo. Esa idea particular se inició en Asia, en Indonesia, y también estaba vinculada al panafricanismo. Se generó un gran entusiasmo alrededor de esta idea. Sin embargo, yo creo que no dice nada nuevo, que lo que expresa, en general, es no europeo. La idea del Tercer Mundo hoy ya está un poco superada, hay un montón de Tercer Mundo que no está en el sur. No veo manera de distinguir al sur global del norte global o de Occidente. Mi geografía ética y política nunca ha estado comprometida con la oposición entre Oriente y Occidente, ni entre Occidente y Tercer Mundo, o entre India y no India. Las cosas han cambiado, como las formaciones históricas, pero en referencia a ese tipo de oposiciones, pienso lo mismo: nunca creí en ellas. Yo nunca las uso, y las considero tan inaceptable como cuando se habla de minorías visibles.
–Algunos ven en el desarrollo económico de las potencias emergentes, entre ellos India, un riesgo de neocolonialismo, ¿comparte ese temor?
–Nunca escribí apoyando a India. ¿Puede hablar el subalterno? es un texto completamente crítico de India y de la razón poscolonial de los migrantes. Yo soy muy crítica de esta gente, y no me llamo a mí misma una nacionalista, así como estoy en contra del identitarismo, de la compartimentación de la democracia en bloques: el voto latino, el voto de las mujeres. Así se traiciona a la democracia. Hoy en día estoy realmente en contra del nacionalismo competitivo de Asia, de China, India, Japón, porque enfatiza y exacerba la distinción entre ricos y pobres, y soslaya la integridad ética y política de los países. No estoy sola en esta crítica.
–¿Cómo define a la globalización hoy? ¿Es una categoría financiera, militar?
–En un sentido estricto, la globalización comenzó cuando los chips de silicio permitieron la conexión entre los grandes mercados de Bolsa globales, como los de Tokio, Shanghai, Londres, Bombay. Nosotros empezamos a hablar de esto cuando el término globalización no era una palabra permitida para los intelectuales, sino algo que remitía a los mercados. Esa fue para nosotros la definición de eso que estaba un paso más allá de lo multinacional. Y también cuando empezó a darse el auge del capital financiero en detrimento del comercio mundial, del capitalismo industrial. El balance entre ambos empezó a cambiar. Pero sería impreciso definirla sólo en estos términos. Como usted sugirió, la esfera militar, por ejemplo, es diferente en un mundo globalizado de lo que solía ser cuando nosotros enfatizamos las regiones y las posiciones imperialistas. Todas las guerras son ahora guerras mundiales, pero no se parecen a las dos guerras que nosotros llamamos así. La esfera militar también se ha globalizado.
–¿Hay algún cambio de índole epistemológico? ¿Qué opina sobre las propuestas de epistemologías alternativas vinculadas, por ejemplo, a tradiciones indígenas?
–El campo epistemológico ha sido globalizado pero del modo en que procede la epistemología. En general, lo que se reclama como epistemológico es la negación de lo epistémico, pero ese cambio se mueve con un ritmo muy diferente y va a ser diagnosticado por otros, en un futuro. Yo diría que las rupturas que se reclaman son también una repetición y que la proposición de que hay alternativas epistemológicas ubicadas en las tradiciones indígenas, debería tratarse con mucho cuidado. La mayoría de la gente vende epistemologías alternativas en el mercado mundial, y lo que están haciendo es, otra vez, un mal trabajo, que llaman intervenciones poscoloniales. Creo que es un término al que hay que temerle. No presto mucha atención al avance de las epistemologías alternativas como en épocas previas no le presté atención a las posiciones contra la modernización. Este tipo de proposiciones legitiman la epistemología que está en el poder, pero por la contraria.
–El surgimiento de los estudios poscoloniales estuvo ligado a los procesos de liberación nacional, ¿cuál es su potencial hoy?
–Cuando empecé a escribir acerca de estos temas, a principio de los años ochenta, no sabía que ese trabajo podía ser caracterizado como poscolonial. Cuando me di cuenta que eso era lo que estaba haciendo, inmediatamente hice una crítica muy dura al trabajo poscolonial migrante, así como ahora soy muy crítica de llamar a los trabajos de resistencia, trabajos poscoloniales. Porque son fenómenos diferentes. Los trabajos poscoloniales son de distinto orden y, en un sentido estricto, su tiempo ya pasó: el período de liberación nacional prácticamente se ha terminado, con excepción de Israel. Mi primer libro, a pesar de que lo definieron como poscolonial, es una crítica a lo poscolonial, pero nadie me tomó en serio. Y el ensayo que más se conoce, sobre el subalterno, es una crítica a los indios y no a los británicos. Es una crítica a mi propia tradición.
–¿En qué sentido Israel es una excepción?
–Israel procede de un modo que lo vuelve ilegal. Oprime a un grupo de personas ubicadas en cierto territorio, no permite que se muevan libremente, ni que tengan acceso libre a todos sus derechos, para luego reclamar ese espacio para sí. Eso es un imperialismo territorial del siglo XX, a pesar de que se llaman la única democracia en Medio Oriente. La mayoría de las víctimas de ese imperialismo encuentran que la violencia es demasiado costosa y se van. Hay otros tipos de colonialismo que no te atan a la territorialidad, pero esta es una característica propia de Israel.
–¿Se puede hablar de una institucionalización de los estudios poscoloniales?
–Los estudios poscoloniales desde siempre estuvieron institucionalizados. En su primera etapa, vinculada al panafricanismo, y luego en su segundo período, que comenzó en los Estados Unidos con los trabajos de Homi Baba y los míos, ya se encontraban completamente institucionalizados. No había una conexión con las naciones poscoloniales, con nuestros países de origen. Esos movimientos no tenían nada que ver con lo que nosotros estábamos escribiendo desde la posición de migrantes. Luego se incorporaron las visiones latinoamericanas de Ileana Rodríguez, Walter Mignolo, Alberto Moreira, que continuaron este movimiento, y hubo trabajos en la ex Unión Soviética y post soviéticos. Todos ellos ya estaban institucionalizados. Este no es un problema nuevo.

Honoris causa
Gayatri Spivak recibió el Doctorado Honoris Causa en la Universidad Nacional de San Martín. Antes, fue galardonada con el Kyoto Prize en Artes y Filosofía en Japón, y con el Padma Bhushan, una de las distinciones más importantes de India.
"Controlar la información no es pensar ni juzgar"
–Usted trabaja en el campo de la educación. ¿Qué opina sobre el avance de lo digital? ¿Cuáles son sus límites y sus potencialidades?
–La mente trabaja como una computadora pero no se mueve a la misma velocidad que lo digital. Pensar que lo digital es una solución, es un error. Voy a poner un ejemplo muy sencillo. Estuve trabajando en África, en Ghana, porque estoy terminando un libro sobre William Edward Du Bois. La primera vez que fui a la biblioteca, trabajé con mi laptop. El único trabajo que hacía era mover mis dedos, y toda la organización se hizo muy rápido porque lo hacía la máquina. En cambio, la segunda vez decidí trabajar con mis manos, y como lo hacía a la velocidad de mi mente, todo eso fue internalizado. Dos días después de que me fui de Ghana, eso seguía en mi cabeza. Con esto quiero decir que lo digital es muy útil para el mercado, el capital financiero, para la medicina, para que los artistas usen hipotextos, para todo tipo de trabajo científico, quiero decir, de ciencias duras. Pero el trabajo que requiere pensamiento cualitativo, necesita una educación temprana que entrene a la cabeza para pensar. Porque pensar y juzgar no es lo mismo que controlar la información. Y hablando políticamente, lo que se llama social media es útil cuando la pasión política está en su lugar, como en la "primavera árabe". Pero la calidad de lo que aparece en los medios sociales depende de un entrenamiento anterior de quienes lo usan. No estoy diciendo nada nuevo, sino algo que ya grandes científicos, como Albert Einstein, dijeron antes: si no se entrena la imaginación, no vamos a poder usar la tecnología salvo como bastón.

El Gobierno distiende la pelea con el Grupo Clarín y aceptará su propuesta de división


Una vez aceptado el plan, el multimedios tendrá 30 días para dar a conocer a los nuevos dueños de cada unidad, que también necesitarán el visto bueno oficial. Cristina quiere evitar que vuelva a Tribunales.


Los nuevos tiempos políticos que se desataron desde el retorno de Cristina Kirchner tras la licencia por enfermedad tuvieron sus efectos también en una de las principales batallas que mantuvo el Gobierno en los últimos años: la pelea con el Grupo Clarín entró en una etapa de tensa calma en la cual el plan de adecuación voluntaria se apresta a ser aprobado sin observaciones.
El multimedios, por su parte, frenó la batería de presentaciones judiciales con la que pretendía trabar la actuación de la Afsca. Pero los cambios no terminan allí, sino que ahora las mayores complicaciones para el ente que conduce Martín Sabbatella aparecen en los planes de adecuación de los grupos que siempre fueron considerados más afines al Gobierno, como Telefe, Telecentro y Grupo Uno.
Fuentes de la autoridad de aplicación de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual aseguran que la decisión de la Presidenta es “que la aplicación no se vuelva a judicializar”. Y por eso hoy el equipo que conduce Sabbatella tiene más dificultades con algunos de los otros diez planes que faltan aprobar.
La idea que transmitió el director del organismo en “no dejar huecos legales”. El problema reside en que si la Afsca aprueba tal cual están varios planes de adecuación, Clarín o algún otro podría presentarse ante la Justicia reclamando las mismas consideraciones.
Desde el entorno de Sabbatella, de todas formas, desmienten que hubiera un cambio de política en relación con los grupos que fueron más amigables con el Gobierno. “Siempre se dijo que la ley se iba a aplicar con el mismo criterio para todos”, sostienen. Pero lo cierto es que las cuestiones que ahora la Afsca empieza a mirar con lujo de detalles antes parecían ignoradas.
El fallo de la Corte cambió todo. No podíamos estar a cara de perro con todos sin saber si Clarín finalmente se iba a adecuar”, argumentan.
Nuevos tiempos. Aprobarle el plan a Clarín implica acelerar los tiempos. La adecuación de oficio, que ya fue dada de baja, hubiese insumido mucho más tiempo, por lo menos hasta fines de 2014 (o más si se volvía a judicializar).
Con la adecuación voluntaria, en Afsca se ilusionan con tener el nuevo mapa de medios definido a mediados de 2014. Antes Sabbatella quiere un nuevo triunfo político (el primero fue lograr que el Grupo presente un plan): que Cablevisión modifique su grilla y ponga a TN con el resto de los canales de noticias y no en el medio de dos canales de aire.Actualmente una medida cautelar frena su aplicación.
“El plan de Clarín es bastante correcto”, aseveró una fuente de la Afsca. El pedido de exenciones impositivas en el proceso de adaptación que pide el Grupo podría ser un inconveniente, pero no porque la Afsca no lo acepte, sino porque debe ser decidido por el Gobierno.
El objetivo de Sabbatella es que en la misma reunión del directorio (sería después del 10, cuando asumen los nuevos miembros) se aprueben los once planes de adecuación sin resolución. Y para eso deberán limar asperezas con grupos que desde la oposición se decía que eran beneficiados.
De Telecentro siempre se criticó que con una sola licencia prestara el servicio en casi todo el Gran Buenos Aires, algo a lo que la Afsca nunca hizo mención. Ahora, la entidad le avisó al grupo de Alberto Pierri que como mínimo deberá tener seis o siete licencias y ahí extenderlas, como marca la norma, a localidades linderas y de menor densidad poblacional.
El problema, en ese punto, es que el decreto 1.225/2010 con el que el Ejecutivo reglamentó la ley estableció que se mantendrá la asignación territorial de las licencias con sus extensiones ya existentes.
Sobre Telefe, la Afsca siempre dijo que su problema era que con todos sus canales de aire superaba el límite de cubrir al 35% de los habitantes. Pero ahora se sumó otro reclamo repetido por opositores: la incompatibilidad de que Telefónica preste un servicio público y también de comunicación audiovisual.
La empresa sostiene que Telefónica Argentina y Telefe pertenecen a Telefónica de España, pero que acá no tienen relación. Sabbatella repetía ese argumento sin cuestionarlo, pero ahora pidió que se lo estudie bien porque a la Afsca no le convence.
La resolución de ese punto va a tener implicancias también en lo que pase con David Martínez si adquiere Telecom. El socio de Clarín en Cablevisión y circunstancial aliado del Gobierno, puede tener un argumento para quedarse con los dos negocios si Telefónica se queda con Telefe. Hoy la gente del magnate mexicano en Cablevisión es el puente de las negociaciones entre el grupo y la Afsca.

“La metamorfosis de la representación”

Por José Natanson

Asistimos a lo que el politólogo francés Bernard Manin llama una “metamorfosis de la representación”, un cambio profundo del lazo que une a quienes eligen con quienes deciden. Para Manin, la representación ya no descansa, como antes, en divisiones fuertes de clase, pertenencia social o adscripción religiosa, que fueron el germen de los grandes partidos de masas del siglo XX, ni tampoco en motivos familiares, esas “herencias ideológicas” que se transmitían de generación en generación y que se rompían sólo en ciertos momentos, como en la Argentina de los ’70, cuando muchos jóvenes contestatarios de clase media se hacían izquierdistas o peronistas para desafiar edípicamente a sus padres conservadores o gorilas.
Pero no nos desviemos. Lo que quiero plantear es que la transformación del vínculo representativo, un fenómeno de alcance mundial que se manifiesta de manera diferente en cada país, implica un cambio formidable en los partidos políticos, que ya no funcionan como un reflejo más o menos mecánico de la estructura social y que asumen en cambio formas amplias y fluidas. Convertidos en dispositivos atrapa-todo, desideologizados y lábiles, los partidos son como adolescentes hiperhormonados compitiendo por los favores de las chicas de la clase. Porque la contracara de esta transformación partidaria es una ciudadanía cada vez más independiente y autónoma (veleidosa, freudianamente histérica), una nueva presencia ciudadana que decide el voto ya no en base a lealtades partidarias arraigas históricamente sino a partir de la “oferta electoral” que se le presenta y que se sustenta sobre todo en la imagen de los candidatos que proyectan los medios de comunicación. Una ciudadanía que se comporta como un “consumidor exigente” (la expresión es de Pierre Rosanvallon) que mira y compara y recién después elige.
Politólogos como Isidoro Cheresky, Marcelo Leiras, Andrés Malamud y Diego Reynoso, entre otros, han estudiado estos cambios en la representación, la ciudadanía y los partidos, y han llamado la atención sobre algunas de sus consecuencias: la territorialización de las organizaciones partidarias, que ya no son unidades nacionales sino confederaciones precarias de caciques y estructuras locales; la des-bipartidización del sistema político, que entre 1983 y 2001 concentró algo así como dos tercios de los votos en las dos grandes fuerzas políticas pero que a partir de ahí estalló en mil pedazos; y el ascenso de los líderes de popularidad como verdaderos organizadores de la competencia política en el contexto de una “democracia de audiencia”.
La producción politológica, sustentada en investigaciones cuantitativas y todo tipo de análisis, viene siguiendo de cerca estos cambios. Agregaré aquí un ángulo más: el repaso por el nombre de los partidos políticos, es decir la denominación elegida para presentarse ante el electorado, que a simple vista puede parecer un aspecto secundario pero que creo puede ayudar a ilustrar algunas de las transformaciones que están ocurriendo.
Veamos.

Yo me llamo...

A la hora de elegir sus nombres, los partidos de masas del siglo XX apelaban a cuestiones institucionales (Unión Cívica Radical, Partido de la Revolución Institucional, Comité de Organización Política Electoral Independiente), religiosas (Partido Demócrata Cristiano), de clase (Partido Justicialista, Partido de los Trabajadores), ideológicas (Partido Comunista, Partido Socialista, Partido Socialdemócrata, Partido Conservador) o sutilmente ideológicas (Partido Comunista Congreso Extraordinario).
Esto ha cambiado, y las fuerzas políticas adquieren hoy denominaciones mucho más variadas. Se nota, en primer lugar, la intención de conjurar, desde la elección misma del nombre, uno de los principales males de época: la desafección política, en el sentido de la creciente distancia, teñida de escepticismo y desconfianza, entre gobernantes y gobernados. Así, en un contexto en el que el mundo político aparece como algo sucio, un “reino de lo táctico” separado de la vida cotidiana de las personas, un espacio plagado de egoísmos, oportunismo y corrupción, los nombres de los partidos apuntan a la idea de un vínculo directo y empático, una relación más transparente entre candidato y elector.
Hay ejemplos diversos, desde los más neutros tipo Con Fuerza Perú, a aquellos con reminiscencias evangelistas al estilo del venezolano Un Nuevo Tiempo, o con ecos de bolero como el peruano Y se Llama Perú, y otros de apelaciones más directas, como el boliviano Movimiento sin Miedo, aliado y luego enfrentado a Evo Morales, y el venezolano Alianza Bravo Pueblo, o casos locales como Unión por Todos, de Patricia Bullrich, o Valores para mi País, de la conservadora Cynthia Hotton.
En este camino, los nuevos partidos no le temen a los juegos de palabras a través de siglas rebuscadas, como el Movimiento Integración Latinoamericana de Expresión Social, es decir Miles, de Luis D’Elía, la Alianza País de Rafael Correa, donde país se forma a partir de patria altiva i soberana, el jujeño LyDER (Libertad y Democracia Responsable), los colombianos MIRA (Movimiento Independiente de Renovación Absoluta) y ALAS (Alternativa Liberal de Avanzada Social) o el asombroso ejemplo venezolano de Piedra (Partido Independiente Electoral Democrático de Respuesta Avanzada).
El contexto político, mucho más fluido y dinámico, permite que frentes y partidos cambien de denominación de una elección a otra, con un sentido de inmediatez, de política instantánea que hace que muchas veces los nombres de las organizaciones respondan a las necesidades puntuales de una cierta coyuntura, lo cual es bastante lógico si se considera que muchas de ellas dejarán de existir antes de la próxima elección. Es interesante comprobar, por ejemplo, que en momentos de crisis se apela a nombres que transmitan una cierta idea de dinamismo y a veces hasta se llega al punto de recurrir directamente al verbo, como el Podemos (Poder Democrático y Social) del boliviano Jorge Quiroga, el fujimorista Vamos Vecino (luego rebautizado Sí cumple) o el también peruano Avancemos. El caso más claro en Argentina es el fallido Recrear para el Crecimiento, fundado por Ricardo López Murphy para las elecciones de 2003.
No hay que ser muy sagaz para detectar detrás de estas denominaciones coloridas las técnicas de la publicidad y el marketing político. Y sin embargo ocurre que los creativos, incluso los más talentosos, también tienen un límite, y entonces a veces las ideas se repiten, como sucede con el partido ConFe (Consenso Federal), formado en las elecciones bonaerenses del 2009, y el Partido Fe, creado por el Momo Venegas para los últimos comicios. Como sea, la publicidad gana espacios. Y se entiende: si una marca y su logo conforman un dispositivo semántico que permite a los consumidores identificar fácilmente y comprar un cierto producto, parece lógico que se utilicen también para ganar elecciones, en un camino que va del pionero RA utilizado por Raúl Alfonsín en 1983 al MI de Martín Insaurralde en la última elección (como sugiere Javier Trímboli, el paso de la idea de República Argentina al pronombre personal singular dice bastante acerca de la evolución de nuestra democracia en los últimos 30 años). Pero si de marca se trata, probablemente el caso más nítido sea el PRO de Mauricio Macri, creado desde sus inicios como una marca que integra el color amarillo y el logo de play a su sintético nombre.
Por último, señalemos que el ascenso de las personalidades como nuevos ejes de la política también se refleja en los nombres de los partidos, a veces de manera automática, como en el caso del Partido Roldosista Ecuatoriano, en referencia al ex presidente Jaime Roldós, o del Partido de la U, un desprendimiento del viejo Partido Liberal colombiano creado por el ex presidente Alvaro Uribe. Algunos países, entre ellos Argentina, prohíben asignar un nombre propio a una organización política, lo que seguramente explica que el peronismo no se llame peronismo. Pero hay formas de sortear estos escollos, y ninguna personalización alcanza el extremo del frustrado intento de un grupo de radicales de la provincia de Buenos Aires de lanzar la candidatura presidencial de Julio Cobos con la creación del partido... Cobos (Consenso Bonaerense Social).

Medios y fines

Como se infiere de los ejemplos citados, el fenómeno implica diferentes países y es transversal a las más variadas tradiciones ideológicas, porque es el reflejo de una mutación general de la política en la cual los partidos son –junto con la personalidad de los candidatos, su imagen en los medios, las propuestas programáticas, etc.– sólo un dato más del proceso electoral: desempeñan un rol instrumental, y sus nombres se adaptan a ello. Y en este sentido una última reflexión: a veces las fuerzas políticas eligen denominaciones que refieren a un objetivo, en general abstracto y ambicioso, tipo libertad, república, igualdad, etc. En algunas ocasiones el fin es menos nítido, como ocurre, por ejemplo, con el Frente para la... Victoria. Y en unos pocos casos el nombre alude a un procedimiento, como sucede con Unen, escrito en una curiosa segunda persona (¿quiénes los unen? ¿el electorado? ¿el Gobierno? ¿para qué exactamente los unen?). Pero este curioso desplazamiento de sentido no es solo opositor: la dimensión procedimental es también la fórmula de Unidos y Organizados, la articulación de fuerzas no pejotistas que respaldan al Gobierno, otro caso ilustrativo de que a veces el nombre puede ser el recurso del método.

“Vamos a avanzar cadena por cadena, preservando a productores y consumidores”



“Competitividad no es sólo rentabilidad”

El ex titular del Senasa, de larga trayectoria profesional en el INTA, asume al frente de un área en donde las entidades principales mantienen una situación de conflicto permanente. Promete diálogo con todos, pero con las reglas que fije el Estado.
 
Por Sebastián Premici 
 
El nuevo ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, adelantó en un reportaje exclusivo a Página/12 que su cartera ya está analizando las distintas cadenas de valor del sector para mejorar la competitividad de los productores. Esto implicará revisar tanto los mecanismos de producción como el sistema de comercialización para cada una de las cadenas. El trabajo se está desarrollando en conjunto con la Jefatura de Gabinete, a cargo de Jorge Capitanich, y con el ministro de Economía, Axel Kicillof. El nuevo ministro apostará a generar un mayor volumen de producción en los distintos cultivos y carnes, y mayores saldos exportables sin dejar de lado la inclusión social. Valor agregado en origen, Plan Estratégico Agroalimentario, asociativismo y diálogo con todas las entidades del sector y no sólo con la Mesa de Enlace serán algunas de las claves para su gestión.
–¿Cuáles serán los principales ejes de su trabajo?
–En una primera lectura hay cuestiones coyunturales, que no son de hoy a la tarde, sino de este tiempo político, y temas estructurales de mediano plazo. Ya comenzamos a revisar las cadenas de valor de las distintas producciones. Estamos en un proceso de análisis de cada una de ellas, evaluaremos la competitividad pero con una mirada mucho más sistémica, holística e integrada. Esto incluye una visión de la competitividad que inevitablemente involucra la cuestión de la inclusión y la equidad. Vamos a desalentar la mirada estrictamente eficientista, para pasar a una concepción socioeconómica de las distintas cadenas de valor. Vamos a avanzar cadena por cadena, preservando a los productores y consumidores.
–¿Cuál será la primera cadena de valor sobre la que trabajarán?
–Seguramente empezaremos con el maíz, el trigo y la carne, no solamente bovina, sino de cerdo y pollo. Ahí tenemos algunas ideas para reenfocar la producción de maíz hacia el sistema de producción de carne de cerdo.
–¿Cómo llevarán adelante esta iniciativa? ¿Con estímulos fiscales o económicos? ¿Qué instrumentos aplicarán?
–Estamos evaluando las alternativas en un trabajo conjunto con el jefe de Gabinete (Jorge Capitanich) y con (Axel) Kicillof. Como se dijo, no habrá anuncios rimbombantes, vamos a trabajar en aspectos comerciales y productivos. Básicamente, propondremos el aumento de la producción por productividad y no por incremento de la superficie sembrada, sobre todo en aquellas economías más tradicionales de granos. En cuanto a la ganadería,queremos incorporar cada vez más productores en lo que tradicionalmente se llama áreas marginales, como el NEA y el NOA, que han crecido fuertemente en la producción ganadera.
–¿Están evaluando revisar el sistema de comercialización del trigo, que en los últimos años produjo tensiones con parte de la dirigencia agropecuaria?
–En este momento estamos revisando todo junto al Ministerio de Economía y Jefatura de Gabinete. Se están colocando todos los elementos sobre la mesa. Hay una apertura para la discusión en profundidad sobre todos estos temas.
–¿Cómo podría ser el cambio en el sistema de comercialización de trigo, por ejemplo?
–En el trigo quisiera ser cauteloso porque en este momento existe una situación de heladas en la zona triguera de la provincia de Buenos Aires y estamos esperando hasta el lunes o martes para ver qué pasará en la próxima temporada. Si hay daño o no, eso cambiará la estrategia que llevemos adelante. Sería una gran irresponsabilidad decir algo taxativo en este momento. De todas maneras, como principio de análisis político, lo que se pretende es aumentar la producción, garantizar el consumo interno y aumentar los saldos exportables. Este es el concepto. Y que haya más productores involucrados en el proceso.
–¿Cómo les otorgarán competitividad a los productores sin afectar a los consumidores, por ejemplo, vía devaluación?
–La competitividad no sólo es rentabilidad, no es eficiencia económica. Es revisar no sólo los mecanismos de producción, sino los mecanismos de comercialización y no solamente el mercado en término de transferencias de recursos, sino el mercado como mecanismo administrativo para que se conduzca tranquilamente. Cada una de las cadenas está diferenciada en su manejo y comportamiento comercial. Las problemáticas de los productores vitivinícolas son distintas de los productores de peras y manzanas. Por eso yo hablo de territorios, en función de lo que ocurre en el interior de sus relaciones politicoeconómicas. No vamos a salir a promocionar algo genérico para las economías regionales. Para nosotros, la economía pampeana también es una economía regional. Reconozco el peso de lo pampeano pero no quiero desconocer el resto de las provincias, es decir el 70 por ciento de la superficie del país. Entonces, los diseños de instrumentos responderán a cada uno de los problemas. No serán soluciones generales.
–Las entidades nucleadas en la Mesa de Enlace afirman que las economías regionales “no dan más”, y lo mismo en sectores de la Pampa Húmeda. ¿Cómo manejará la relación con este nucleamiento empresario?
–Los elementos de análisis y discusión sobre las cadenas de valor, economías regionales y el desarrollo territorial los vamos a analizar con todas las conducciones de los productores. Esto implicará trabajar con el 100 por ciento de las entidades con cierta representación. No vamos a hacer nada que no tengamos discutido con los implicados en el sector.
–¿La Mesa de Enlace no es representativa de todo el sector?
–No, de ninguna manera es representativa de todo el sector. Hay miles de productores que no tienen un grado de representación formal en las entidades hoy vigentes. Está perfecto, reconozco que existen. Pero vamos a discutir la problemática ganadera con todos aquellos referentes del sector. El diálogo con todas las organizaciones está garantizado. Pero las condiciones del diálogo las vamos a definir nosotros.
–¿Por qué cree que la Mesa de Enlace sostiene una hipótesis de conflicto permanente con el Gobierno?
–Nosotros decimos que hay cuestiones por resolver, reconocemos que hay trabajo por hacer para aumentar el proceso de desarrollo y transformación del país, con lo cual no estamos diciendo que está todo bien. ¡Pero guarda!, porque hay muchas cosas en las que sí evolucionamos como pocas veces en la historia del país. Un país que tuvo una tasa de crecimiento del 8 por ciento en forma continua, por diez años, no ocurrió nunca en nuestra historia. Algunas cosas han funcionado bien. Este contexto macro ha permitido que el sector alcanzara las 105 millones de toneladas, un crecimiento en la venta de maquinaria agrícola del 75 por ciento en 2013 en comparación con el año anterior, el aumento de la fabricación de tractores nacionales, la sustitución de importaciones. A menudo se oculta o no se dicen las cosas que funcionan bien, y se enfoca permanentemente en lo que va mal. Cuando se dice que todas las economías regionales están mal, hay que tener cuidado.
–En un reportaje a este diario en noviembre de 2011, usted había dicho que uno de los objetivos del Plan Estratégico Agroalimentario era reducir la superficie sembrada de soja. ¿Continuará con este lineamiento?
–Lo que estamos diciendo es que si proyectamos incentivar un aumento de la superficie de trigo, maíz, sorgo, etc., en términos relativos, lo que planteamos es una baja en el nivel de superficie de soja. No es que vamos a reducir la superficie de soja, sino que apostaremos a que haya una mayor siembra de otros productos. Si se cumplen las metas del PEA, aumentará la superficie del resto de los cultivos.
–En los últimos dos años el PEA estuvo frenado. ¿Cómo van a continuar con este trabajo?
–El PEA logró definir un rumbo, diagnóstico y metas. Tuvo un proceso de debate profundo, participativo y democrático. Ahora habrá que buscarle la vuelta. Estamos revisando la actualización de las metas y empezando a diseñar las estrategias. El escaso tratamiento en el último tiempo no inhabilita todos los lineamientos de largo plazo esbozados. Sin embargo hay que ajustar algunos números. El PEA ya es un proyecto de mediano plazo, el 2020 está a la vuelta de la esquina, por eso ya debemos pensar en el 2030, con una estrategia de país, sumada a una mejor articulación con el Mercosur. El PEA fue y es una acción de política institucional y colectiva interesante.
–Uno de los objetivos será aumentar los saldos exportables. ¿Se profundizará la venta de commodities o habrá algún cambio en materia de valor agregado?
–China mete 30 millones de habitantes a la clase media por año. El tema es que ellos plantean la compra de productos primarios para luego generar su propio proceso de valor agregado. Nosotros tendríamos que venderle alimentos para ganado o personas, alimento con la transformación hecha en la Argentina.
–El cambio que implica generar valor agregado en origen está circunscripto a un ordenamiento del comercio mundial. ¿Cómo puede romperse esa lógica?
–Es un tema complejo. La Argentina acaba de abrir el mercado del maíz a China, pero nosotros queremos transformar ese grano en proteína. ¿Cómo hacemos? A través de una política que genere un equilibrio y siendo responsables con los pactos internacionales de comercio. Por otro lado, no- sotros exportamos maíz a algunos países a los que les terminamos comprando los cerdos, como Brasil y Chile. Actualmente tenemos capacidad en nuestro sistema productivo como para revertir esto.

Inside the Effort to Rescue Obamacare

The New York Times has a good behind-the-scenes look at the White House effort to fix and relaunch the Obamacare website.

"The political dangers were clear to everyone in the room... For 90 excruciating minutes, a furious and frustrated president peppered his team with questions, drilling into the arcane minutiae of web design as he struggled to understand the scope of a crisis that suddenly threatened his presidency."

"Out of that tense Oval Office meeting grew a frantic effort aimed at rescuing not only the insurance portal and Mr. Obama's credibility, but also the Democratic philosophy that an activist government can solve big, complex social problems. Today, that rescue effort is far from complete."

La Economía del Bien Común: cómo lograr una revolución de abajo hacia arriba y sin violencia

Por: Rafael Blasi 
El economista austriaco Christian Felber ideó una respuesta para las secuelas de la crisis financiera de 2008. Su mirada sobre la situación actual de los ciudadanos europeos y la posibilidad de aplicar su teoría en América Latina
El economista y politólogo austríaco Christian Felber recorre el mundo difundiendo su manifiesto: la Economía del Bien Común. Tras el estallido de la crisis financiera en 2008 y el malestar vigente en las naciones derramadas con deudas públicas y ajustes gubernamentales, comenzó a aplicar su teoría hace 3 años en lo que considera los tres pilares - empresas, municipios y universidades- para lograr una alternativa al sistema económico imperante.
Con el apoyo de 1450 empresas de 27 países, incluyendo Estados Unidos y China, Felber define su proyecto como la inversión en la economía del fin por el medio. "Porque si vamos confundiendo objetivo del medio no podemos tener un rumbo correcto", dijo en una entrevista con Infobae.
"La buena noticia es que si miramos las Constituciones dicen que el fin de la economía es el bienestar general, la satisfacción, la dignidad del ser humano como el máximo valor", señaló en referencia, por ejemplo, al artículo 151 de la Constitución de Baviera: "Toda actividad económica sirve al bien común".
"Está muy claro y no hay ninguna Constitución que diga que el dinero o capital sea el objetivo de la economía. Ninguna", afirmó Felber, tras remarcar que la filosofía del buen vivir no es sinónimo del Bien Común.
La escuela de Felber, que tiene representantes distribuidos por todo el planeta, advierte que su pensamiento no es un catecismo sino una sinfonía en sentido de que la única reivindicación es que se debata y decida democráticamente lo que es mejor para la sociedad.
Es la participación activa del ciudadano, la participación responsable y el respeto que se tenga con esa persona. La licenciada Vanesa Vicente, encargada de promover esta teoría en Argentina, detalló: "Lo que pasa es que en las sociedades nos hemos acostumbrado a que la democracia sea sólo representativa, que se vote cada cuatro años, y el ciudadano mientras tanto sea un observador".
"La Economía del Bien Común habla de una democracia tridimensional en donde se suma la democracia participativa y la democracia directa. Hay tanta ignorancia de esos temas que, por ejemplo, en Bariloche cuando fue el referéndum por la destitución del intendente Goye la gente decía que era un atropello a la democracia", recordó Vicente.
Por su parte, el economista austriaco señaló que "los parlamentos de Austria y Alemania están haciendo cosas en contra de la población de igual manera que en América Latina. Hay muy pocas diferencias".
Entonces, la solución que plantea es empezar desde las empresas más pequeñas y municipios para reunirse en asambleas democráticas hacia un proceso constituyente. "Lo mismo que ocurrió en Ecuador, Bolivia y Venezuela o Islandia, por nombrar un país europeo, pero en un nivel menos ambicioso: empezar simplemente con la parte económica y luego ir por el sistema monetario y una apropiada distribución de los bienes comunes".
"Si el pueblo soberano decide cuáles son los bienes comunes entonces tiene autoridad democrática –continuó Felber-. Pero actualmente los parlamentos ni se prestan para esta cuestión. En Europa lo único que están haciendo los políticos es competir o incluso conducir a una guerra de unos contra otros". Y destacó: "Por eso proponemos hacer el cambio desde abajo".



La invitación es llamativa en un contexto donde ciudadanos de diversos países están sufriendo, impotentemente, los efectos de la caída financiera. Tal es el caso de España, que tiene un 26% de desocupados y cada día muestra una nueva manifestación contra las compañías y autoridades que no dan respuesta a los desahuciados.
"Se acabó esperar la ayuda invisible -expresó Felber-. Somos nosotros los que estamos acá y nuestra opción es decidir lo más transparente, consciente y democráticamente posible cuáles son los bienes que queremos que sean privados, cuáles queremos que sean públicos -por ejemplo el dinero no es un bien común, es un bien público- y cuáles queremos que sean bienes colectivos privados o comunes".
"Cuanto más consciente y democráticamente se decida, menos dolor y violencia tendremos, y más amparo de diversidad. Porque al fin y al cabo es la diversidad la que aumenta la libertad", dijo.
El surgimiento en España de movimientos sociales como Indignados y Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH) se pronosticaban como una posibilidad para frenar el atropello. Sin embargo, con el pasar del tiempo, el ánimo de sus 'militantes' se fue apagando ante las diversas medidas del gobierno para su desintegración. Un ejemplo de esta presión es que el Congreso haya aprobado este viernes el anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana para sancionar a quienes marchen sin autorización.
"Yo creo que Indignados y PAH no lograrán el cambio porque no tienen un catálogo claro de reivindicaciones y no tienen una estructura de organización. Pero aún así son una parte absolutamente imprescindible de la protesta", opinó Felber.
"La Economía del Bien Común juega otro papel, que se complementa. Nosotros tenemos un programa muy claro con proyectos concretos. En España, en un año y medio, hemos creado 35 grupos locales en todo el país. Y hace un mes se fundó la asociación legal española para fomento del bien común. Esto es de abajo hacia arriba"
"El gobierno español lo que está haciendo es masacrar los municipios. Está destrozando su figura política y está ahorrando más que nunca para que la riqueza privada supere seis veces la deuda pública. O sea, la riqueza está y muy fácilmente se podría desembolsar la deuda pero, para no tocar a los ricos, ahorran con los pobres. Y eso no es una democracia", sentenció.
"Por eso no creo que la alternativa venga de arriba hacia abajo. A no ser que vean que desde abajo se organiza un proceso constituyente y entonces sí tenga un efecto de abajo hacia arriba, pero una vez que las medidas sean decididas de forma democrática".



Respecto a la aplicación de su pensamiento, la Economía del Bien Común redactó un cuadro con algunos parámetros para las empresas que mide "si cumple éticamente con sus empleados". Indicadores de seguridad, salario digno o ausencia de trabajo esclavo elevarían la reputación de las compañías 'buenas' sobre las 'malas' y garantizarían su progreso en el mercado.
"Es nuestro instrumento clave. Hemos detallado 17 indicadores del Bien Común que miden positivamente el comportamiento ético de una empresa y así ver concretamente cómo la empresa emite valores fundamentales, que no son nuevos sino que ya están en las Constituciones", comentó Felber.
"Se miden 5 valores: dignidad, solidaridad, sostenibilidad ecológica, justicia social y participación democrática. Se considera desde el sentido del producto hasta las condiciones laborales. Y los indicadores desglosan, por ejemplo, en condiciones laborales, salud, sentido, participación y organización del tiempo; todo eso es sobre la calidad del puesto de trabajo".
Y detalló: "Son unos 17 indicadores positivos. Y hay otros 16 indicadores negativos, como trabajo infantil, por los que sacaríamos puntos. El resultado se pondría como una etiqueta en todos los productos al lado del código de barras y si uno pasa el celular sobre ella sale el balance completo para ver al detalle".
Felber apuntó que "eso deberá ser regulado por cada empresa. Igual que la ley que regula que las empresas tienen que hacer un balance financiero y el contador lo tiene que verificar para que sólo con el sello tenga validez. Con la diferencia de que el resultado del balance venga del Estado, que hace una recaudación de impuestos. Y aunque el auditor haya puesto el sello, la empresa automáticamente está sujeta a impuestos, aranceles o cualquiera sea la prioridad de la reforma".
"Entonces las empresas éticas pagan menos IVA y pagan menos aranceles. De esta forma los productos éticos se hacen más económicos para los consumidores", dijo. Y determinó: "Si el objetivo es el bien común hay que medir el éxito de una empresa según el alcance del objetivo. Y el éxito de una economía nacional con un producto es bien común".



La Economía del Bien Común insiste en que todo esto tiene que surgir desde la base y es escéptica sobre los presidentes que quieran apropiarse de la teoría para dirigir el cambio desde arriba. "No es nuestra estrategia. No tenemos nada en contra que un parlamento, un partido o un gobierno local lo adopte y lo implemente dentro del estado actual de democracia. Pero nosotros queremos profundizar la democracia", explicó Felber.
"Ya hay interés por parte de diputados, ministros y gobiernos locales. El mayor éxito es que el gobierno de Salzburgo, una de las nueve regiones de Austria, ha integrado en su programa el fomento de la Economía del Bien Común en las empresas privadas. Ese es un logro notable".
Respecto a la región latinoamericana, Felber asegura estar recibiendo invitaciones de prácticamente todos los países y está estableciendo puentes desde España por el lenguaje. Afirma que él u otros conferencistas están dispuestos a viajar para iniciar la práctica del Bien Común por todo el mundo.
Al mismo tiempo, Felber está pendiente de los gobiernos de América Latina más preparados para adoptar su teoría: "A mí me atraen bastante las Constituciones recientes de Bolivia y Ecuador. Nosotros estamos igualmente abiertos a todos los países sin ninguna preferencia, pero como aspiramos a constituciones democráticas, hay algunas que son más democráticas que otras. Y esas dos sí podrían ser un punto de partida".
"En primer lugar me refiero al proceso en que fueron reformadas. Para mí siempre tienen que ser escritas por la máxima instancia y ella no es el gobierno ni el parlamento sino los representantes del pueblo soberano. Es el significado de la palabra soberanía en latín que dice 'por encima de todo'. Y los puntos más llamativos de esos dos textos son las referencias al bien común y a la naturaleza".
"El pueblo soberano debería escribir la Constitución y probablemente va a decidir más concretamente la división de poderes entre pueblo y gobierno", concluyó.

Con Zamora inhabilitado, Santiago del Estero va a las urnas para elegir a su próximo gobernador


Casi 650 mil personas están llamadas a votar entre un total de nueve fórmulas. Tras el revés de la Corte Suprema para buscar un tercer período al frente de la provincia, el mandatario postuló a su esposa como candidata
Un total de 648.777 santiagueños elegirán mañana al sucesor del kirchnerista Gerardo Zamora, entre nueve fórmulas que se inscribieron para participar en los comicios. La elección esta prevista para el 27 de octubre, pero fue suspendida por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que luego impidió al mandatario provincial buscar su tercer mandato consecutivo.
El director electoral de la provincia, Fernando Copte, señaló que a las 21 se conocerán los resultados de los comicios "cuando ya se tenga una base sólida sobre un porcentaje alto de mesas escrutadas". Estas elecciones, además, serán monitoreadas por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien viajará a Santiago.
"Es una elección que todos los santiagueños esperábamos para cumplir con nuestro deber cívico y tener sobre toda la claridad sobre el futuro que le depara a la provincia en estos 4 años", dijo Copte a la prensa local. En ese marco, señaló que "es bueno ver que hubo un alto porcentaje de participación en las elecciones anteriores, entonces lo importante es que se concurra a votar el domingo".
Los comicios de mañana serán los terceros en este semestre para los santiagueños, que ya votaron en las primarias nacionales de agosto y la general de legisladores del 27 de octubre.
Luego del revés que le dio la Corte Suprema al hacer lugar a la presentación que efectuó el interventor del Comité Provincia de la Unión Cívica Radical, Marcelo García, el mandatario proclamó a su esposa, Claudia Ledesma Abdala, como postulante por el Frente Cívico por Santiago, junto con el ministro de Gobierno, José "Pichón" Neder, quien a la vez es el líder de Bases Peronistas.
Las primeras versiones de que Zamora se quedaría en la provincia para acompañar en la gestión a su esposa quedó relegada tras la ausencia de Daniel Brue en la jura de senadores nacionales: Zamora, un radical K que se mostró muy cercano a la presidente Cristina Kirchner, fue candidato a senador suplente y la dimisión de Brue le abriría el camino para llegar al Congreso.

Nacida en septiembre de 1974 en La Banda, Ledesma Abdala -abogada y escribana- fue elegida defensora del pueblo de La Banda, cargo que ocupó hasta 2005, y tiene tres hijos en común con Zamora, además de ocho años de primera dama provincial. Las encuestas la dieron como favorita, seguida por el binomio del Frente Progresista Cívico y Social, el senador radical Emilio Rached y Teresa Pereira.

Entre los candidatos figura, además, el intendente de La Banda, Héctor "Chabay" Ruiz, quien con su Movimiento Santiago Viable abandonó las huestes del kirchnerismo para proclamarse "massista", días después de los comicios del 27 de octubre. Por su parte, el Frente para la Victoria postula al diputado provincial César Eusebio Iturre y el Partido Autonomista inscribió a Edda Tarchini Román. El Partido Fe anotó al dirigente justicialista René Mustafá y Younes Bshier, padre de una de las jóvenes víctimas del Doble Crimen de La Dársena, representará al Movimiento de Jubilados y Desocupados.

La tesis de la pobreza y la modernización:


Samuel P Huntington


La relación entre modernización y violencia es compleja. Las sociedades más modernas son por lo general más estables y están sujetas a una menor violencia interna que las menos modernas. Es evidente que los países con altos niveles de movilización social y desarrollo económico son políticamente más estables y pacíficos. La modernización va acompañada de estabilidad. La tesis de la pobreza plantea que el atraso económico y social es el responsable de la inestabilidad, en tanto que la modernización sigue el camino contrario. Pero en rigor la modernidad si bien genera estabilidad, abre los cauces de la inestabilidad. Lo que produce desorden político no es la ausencia de modernidad, sino los esfuerzos por lograrla. Si los países pobres parecen inestables, no es porque sean pobres, sino debido a que tratan de enriquecerse. Las naciones más ricas tienden a ser más estables que las que no lo son tanto, pero las paupérrimas, aquellas que se encuentran en el peldaño más bajo de la escala económica internacional, son menos propensas a la violencia e inestabilidad que los países que están apenas por encima de ellas. Las naciones subdesarrolladas deben esperar durante algún tiempo un nivel bastante alto de desorden civil, en tanto que es muy probable que los Estados muy pobres tengan que enfrentar en las dos próximas décadas un marcado aumento, en lugar de una disminución de las manifestaciones de violencia interna. En los que están en vías de modernización, la violencia, el desorden y las manifestaciones extremistas son más frecuentes en las partes más ricas del territorio que en las más pobres. En muchos países subdesarrollados, el nivel de vida de las principales ciudades es tres o cuatro veces mejor que el de las zonas rurales, pero aquellas son a menudo centros de inestabilidad y violencia, en tanto que el campesinado se mantiene tranquilo y estable. La inestabilidad política no se produce sólo por modernización económica y social, sino en proporción directa con la magnitud de ésta.
Movilización social e inestabilidad: La urbanización, el incremento de los índices de alfabetismo, educación y acceso a los medios de comunicación sociales crean elevadas aspiraciones y expectativas que si no son satisfechas galvanizan a individuos y grupos y los empujan a la acción política, aumentando la inestabilidad y la violencia. Se puede apreciar la paradoja: la modernidad produce estabilidad y la modernización todo lo contrario. En general, cuanto mayor es el nivel de educación de los desocupados, desubicados o insatisfechos de toda clase, más extremo es el tipo de conducta perturbadora que adoptan. Los graduados universitarios preparan revoluciones; los egresados de escuelas secundarias planean golpes; quienes recién abandonan las aulas de la escuela primaria se dedican a otras formas de desorden políticos, más frecuentes aunque menos importantes.
Desarrollo económico e inestabilidad: La movilización social aumenta las aspiraciones. El crecimiento económico rápido: 1. Desorganiza los agrupamientos sociales tradicionales (familia, clase, casta) y aumenta el número de individuos desclasados. 2. Produce "nuevos ricos", los que se adaptan en forma imperfecta al orden existente y ambicionan un poder político y un status social equivalente a su nueva posición económica. 3. Aumenta la movilidad geográfica (campo/ciudad), lo cual produce alienación y extremismo político. 4. Aumenta la brecha entre ricos y pobres. 5. Eleva los ingresos de algunos en forma absoluta, pero no relativa, con lo cual acentúa su insatisfacción con el orden existente. 6. Exige una restricción general del consumo con el fin de promover las inversiones, y por ende provoca el descontento popular. 7. Aumenta el alfabetismo y la educación, lo cual contribuye a elevar las aspiraciones por encima de los niveles que permitirían satisfacerlas. 8. Agrava los conflictos étnicos y regionales. 9. Acrecienta la capacidad de organización de ciertos grupos y la fuerza de sus exigencias al gobierno.
Respecto a la pobreza, hay un conservadurismo de los indigentes, tan agudo como el de los privilegiados. De esta forma la pobreza es una barrera para la inestabilidad. Aquellos a quienes sólo les preocupa su próxima comida no se inquietan demasiado por las grandes transformaciones de la sociedad. Se convierten en marginalistas y se dedican a lograr mejoras mínimas. Así como la movilización social es necesaria para proporcionar motivos de inestabilidad, también lo es cierto grado de desarrollo económico que suministra los medios de dicha inestabilidad. La relación entre ambas variables determina que a bajos niveles existe una relación positiva; a niveles medios, ninguna de importancia y a altos niveles se plantea una relación francamente negativa.

Cuatro corrientes ideológicas pujan por la Universidad


Qué partidos están detrás de los diferentes actores en los claustros
Por 

La UBA se prepara para "la madre de todas las roscas", como definió una revista universitaria. Circulan rumores y denuncias de acuerdos ocultos, se forjan alianzas y se discute hasta el lugar en el que se realizará la asamblea encargada de elegir al nuevo rector. En este juego, existen cuatro corrientes políticas de peso en la política universitaria: dos vertientes de la izquierda, el kirchnerismo y el reformismo.
La izquierda trotskista (vinculada con el Frente de Izquierda) ganó la mayoría de los centros de estudiantes y comparte la presidencia de la FUBA con la segunda corriente, la izquierda popular (donde son mayoría los militantes del nuevo partido Marea Popular). No se han alineado con ninguna de las candidaturas a rector y reclaman una reforma del sistema de cogobierno de la UBA. Su peso es importante entre los estudiantes, pero el voto ponderado, que privilegia a profesores, los deja como la tercera minoría en la asamblea.
El kirchnerismo tiene mayoría entre graduados y profesores de las facultades de Exactas, Filosofía y Letras y Ciencias Sociales, pero cuentan con pocas posibilidades de lograr imponer la candidatura de Federico Schuster, que impulsan.
El reformismo, con la mayoría de los electores que definirán el nuevo rector, es una corriente que integran independientes, socialistas, radicales y peronistas. En Derecho, el reformismo mayoritario mantiene un vínculo abierto con el socialismo. En Económicas y Medicina, el reformismo toma la forma de una alianza donde radicales, peronistas, socialistas e independientes tienen distinto peso relativo en cada claustro y unidad académica. Estas alianzas suelen poner el acento en las cuestiones universitarias antes que en una identidad partidaria-ideológica.
En esta "rosca", las afinidades e intereses profesionales, muchas veces son más importantes que las identidades partidarias, especialmente entre los claustros de graduados y profesores. En las últimas elecciones, esto quedó en evidencia con el posicionamiento del ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, profesor de Ciencia Política, que se alió con profesores radicales para frenar la candidatura a director de carrera del panelista de 6,7,8 Edgardo Mocca.
Alberto Barbieri, el candidato a rector impulsado por el reformismo, se asume como peronista y católico, pero indica que sus apoyos se basan en su trayectoria universitaria y coincidencias sobre la política universitaria antes que un posicionamiento político partidario. En su entorno niegan que existan vínculos políticos con Julio De Vido, como repiten con frecuencia quienes se oponen a su candidatura. El argumento más persuasivo en este sentido es que el ministro de Infraestructura ya no tiene peso, o interés, en influir sobre la política universitaria. La candidatura de Federico Schuster, por el otro lado, se basa en el núcleo duro de decanos y organizaciones estudiantiles kirchneristas, que integran impulsores de la ley de medios y algunos de los más férreos defensores "del modelo"..

Inestabilidad política

"La inestabilidad política no es producto de la pobreza, sino de la gente saliendo de la pobreza". Samuel Huntington

Scioli lee el fenómeno Capitanich y piensa en Massa

Tras el creciente protagonismo del jefe de Gabinete, el gobernador ahora piensa en el intendente de Tigre como posible sucesor.



Daniel Scioli fue quien levantó el teléfono para hablar con un Sergio Massa aún dolido por la pelea que tuvieron cinco meses atrás. Aunque la relación personal entre ambos dirigentes sigue rota, pudieron alcanzar un acuerdo político por el presupuesto bonaerense que entusiasmó a las filas del gobernador en la carrera hacia 2015. Herido por el empuje que la Casa Rosada les da a otros dirigentes como Jorge Capitanich, Scioli volvió a mirar hacia el electo diputado nacional del Frente Renovador y ya envió el mensaje de una posible futura alianza. Scioli no resignará su candidatura a presidente y pretende que Massa lo acompañe como candidato a gobernador.
Esta fórmula es descartada por Massa. Aunque perdió protagonismo desde que ganó las elecciones, en el entorno del intendente de Tigre aseguran que el escenario para la elección presidencial ya está definido, y Massa llegará al ballottage que definiría al sucesor de Cristina Kirchner. Scioli cree que no hay espacio para que el diputado electo compita, y Massa asegura que es Scioli quien no tendrá lugar en la pelea presidencial. Por ahora, ninguno está dispuesto a bajarse de la carrera.
Lejos del diálogo que pretende mostrar Scioli, el massismo volverá a atacar la administración bonaerense. La primera batalla será una impugnación judicial (ya lo habían hecho en la Legislatura) del fiscal de Estado, Hernán Gómez, recientemente nombrado y acordado con el radicalismo. También insistirán con la idea de crear una comisión investigadora por estafas en la entrega de medicamentos oncológicos en la obra social del estado provincial (IOMA). Además apuntarán contra el ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, por la paralización de la obra pública y el estado de las rutas y cuestionaran la adjudicación por decreto del manejo de las autovías.
“Vamos a seguir siendo opositores, y el primer error que se manden, somos los primeros que vamos a señalarlo”, insisten en el massismo. El congelamiento de un aumento inmobiliario, la inclusión de una partida de $ 1.035 millones para seguridad, una banca en el directorio del Banco Provincia, espacios en empresas del Grupo Bapro y otros lugares en organismos descentralizados fue lo que llevó a Massa a aceptar un acuerdo con Scioli, algo que hasta ayer parecía casi imposible.
“Pero 2015 no se negocia”, se atajan desde el massismo mientras siguen trabajando para armar el Frente Renovador a nivel nacional. Ayer Massa se reunió con el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, con el objetivo de “construir una fuerza nacional y una alternativa que tenga la capacidad de entender que hay cosas buenas que cuidar y cosas malas que corregir”, aseguró el diputado electo.
La siguiente escala iba a ser Santa Fe, pero un viaje a Estados Unidos de Carlos Reutemann retrasó los planes de Massa, quien podría dejar la visita para la segunda quincena de diciembre.
Allí llegará para reunirse con el ex gobernador santafesino, intendentes, y lanzar el bloque del Frente Renovador en la Legislatura provincial.

El día que Moreno se despidió


Militantes, políticos, trabajadores, empresarios y comerciantes se acercaron para darle su apoyo. Elogió a su reemplazante y llamó a “defender lo conquistado”.
 
 Por Javier Lewkowicz

“A partir del lunes sale un morocho y entra un rubio, es la única diferencia.” Así definió Guillermo Moreno, en su despedida, el cambio de gestión en la Secretaría de Comercio Interior, que ahora asume Augusto Costa. Fue el cierre de una jornada emotiva para toda la militancia morenista que cortó Diagonal Sur, desbordó el salón de actos del edificio y mimó al ex secretario, en un encuentro donde también hubo políticos, trabajadores, empresarios y comerciantes. Moreno le tiró buena onda al equipo de Costa y llamó a “defender lo conquistado”.
Además de despedida, también fue una especie de bienvenida. Ayer Moreno estuvo reunido unos cuarenta minutos con Costa y Paula Español, mientras que Pablo Cerioli, subsecretario de Comercio Interior, recibió a las segundas líneas del equipo entrante. “El compañero Costa me vino a agradecer la predisposición del equipo que se va para el que viene, porque desde hace tres días estamos pasando toda la información. Me pidió incluso que le dejara a mi secretaria, pero es otra generación. Le vamos a dejar a alguno, pero a Ana no”, dijo Moreno. Ana González, ovacionada también, fue su secretaria privada a lo largo de todos estos años, una escala obligada para todo aquel que pretendía reunirse con el hombre.
Un rato antes, Moreno salía primero de su oficina, camisa arremangada y anteojos puestos. Encabezaba el grupo de los incondicionales, los colaboradores más estrechos, directivos del Indec, Luis D’Elía y empresarios cercanos, quienes le cantaban “oh, quiero un compañero, con los huevos de Moreno”. En un breve suspenso, comenzó él: “Aquí están, éstos son, los soldados de Perón”. Así fue la marcha hacia el ascensor para subir hacia el salón de actos del noveno piso de la secretaría.
El festejo fue iniciativa de su esposa, Marta Cascales. Todos juraban: Moreno no quería ningún acto. Tal vez porque representa la muestra de fuerza propia por parte de un soldado, como él se define. No por casualidad los globos decían “Moreno lealtad”. No fue el único cotillón: una enorme bandera de “Gracias, compañero Moreno”, carteles de UPCN y remeras con una foto de Moreno y Maradona, dieron color a la jornada.
Propios y ajenos a Moreno coinciden en que el desafío que le espera a Costa es muy grande. “Fueron años de entrar a las siete de la mañana e irme a las doce de la noche. Y sobran anécdotas de llamadas a empresarios a las dos de la mañana y a otros a las seis. Sacá vos la cuenta de las horas que descansaba este tipo”, comentó a este diario un ladero de Moreno, en un pasillo del segundo piso donde circulaba la militancia de UPCN, trabajadores del mercado central, dirigentes de La Salada, empresarios pyme de la Cgera, la CGE y panaderos. También pasó a saludar Fernando “Chino” Navarro, referente del Movimiento Evita y, en pleno discurso final, Andrés “El Cuervo” Larroque, líder de La Cámpora.
Moreno también dio cuenta de la complejidad de la tarea que deja al sucesor. “Cuando recién comenzábamos, recibimos por primera vez a carniceros y matarifes. Al final, a los muchachos del Mercado de Liniers, y uno cuando se va me dice: ‘¿Sabés a cuántos gobiernos nos comimos los ganaderos?’. Yo le contesté: ‘Mirá, por ahí vuelven a ganar, pero si no hacés lo que tenés que hacer, al primero que voy a ir a buscar es a vos’. Ahí es cuando uno se gradúa de economista.” “Hoy le decía a Costa que Argentina es una buena mezcla de Walmart y La Saladita, que si fuera todo La Saladita sería un quilombo, y sólo Walmart, un aburrimiento.”
Moreno hizo varias veces hincapié en que el traspaso de gestión es “ordenado, prolijo, como corresponde, de un compañero a otro”. “Somos dos soldados de la causa que entendemos la política, que sabemos cuándo hay que estar en el frente y cuándo en la retaguardia, pero siempre militando por la causa nacional y popular”, le dedicó a Costa. Contó además que el nuevo secretario va a trabajar junto al actual equipo de inspectores.
Quiso aclarar “de una vez y para siempre” que su esposa, Marta Cascales, Carlos Cancelli y Pablo Cerioli, funcionarios de la secretaría, “son los de Guardia de Hierro”. “Yo, humildemente, con todos mis defectos y mis errores, soy de la gloriosa Juventud Peronista”, dijo. Antes, advirtió que “todavía falta condenar a los responsables civiles de la dictadura”, y recordó cuando “Ricardo Peralta Ramos, dueño de La Razón, me contó antes de morir que Héctor Magnetto, CEO de Clarín, fue el responsable de todo lo de Papel Prensa. Esa es la verdad histórica, falta el veredicto judicial”.
“Todos nosotros tenemos que defender lo conquistado, porque ellos siempre están buscando volver a las viejas recetas. Mientras haya un solo pobre, el trabajo está inconcluso: ahora vuelvo a ser un militante del peronismo de la Capital”, se despidió.

viernes, 29 de noviembre de 2013

La resolución de la restricción externa


En la nota de la semana anterior destaqué que la argentinización de la economía argentina y el desarrollo industrial en las tecnologías de vanguardia eran condiciones necesarias para resolver la insuficiencia de divisas. Vale decir, la restricción externa, la cual, por su carácter estructural, amenaza con convertirse en eterna. Otras dos cuestiones importantes en la misma materia se refieren a la explotación de los recursos naturales y el autoabastecimiento energético. Sobre este segundo tema no me detendré, porque, sobre el mismo, existe suficiente atención de la opinión pública y en el debate político
Respecto de los recursos naturales, la agregación de valor y tecnología contribuye al desarrollo industrial y tecnológico, diversifica la oferta para el mercado interno y aumenta el valor de las exportaciones de bienes de origen primario. La producción agropecuaria ha experimentado un extraordinario proceso de transformación y aumentado sus volúmenes y saldos exportables. El aumento de la participación de los componentes de producción local, en las cadenas de valor, impulsa actividades de alta densidad tecnológica, en diversos sectores. La bioeconomía, incluyendo el aprovechamiento de la biomasa, es uno de los pilares de la economía nacional. Como hemos visto en notas anteriores, el superávit de divisas del sector agropecuario (SPP) es el que permite pagar los déficit (DMOI/E) en el comercio de manufacturas de origen industrial (MOI) y en el sector energético (E). El SPP permite cubrir el DMOI/E y constituye el límite del crecimiento de la economía argentina, en condiciones de equilibrio externo. El papel histórico cumplido por el agro permitió acumular un respetable acervo científico y tecnológico y capacidad de gestión de los recursos e integrar, la cadena de valor agropecuaria, al desarrollo del país.
No sucede lo mismo con el sector minero, de creciente importancia a medida que se revela la amplitud de los recursos naturales existentes. La herencia neoliberal incluye la provincialización en el dominio de esos recursos (dispuesta en la reforma de la Constitución de 1994) y una legislación minera propia de países periféricos, sin estrategia de desarrollo nacional. La reforma constitucional fracturó la unidad de intereses de la Nación en la explotación de sus recursos y la convirtió en los intereses locales de cada provincia. Dispersó, en consecuencia, el poder decisorio de las políticas públicas entre el Estado nacional y los provinciales, obstaculizando la formulación de una política nacional que, necesariamente, descansa en el Estado nacional en cooperación con los gobiernos provinciales. En ese marco, la legislación minera existente viabilizó inversiones extranjeras que explotan los recursos, los exportan en su condición primaria y apropian de gran parte de la renta minera y de la totalidad del valor agregado por la transformación posterior, en el extranjero, de tales recursos. Atendiendo al respeto de las normas del Estado de derecho, está pendiente el replanteo de la explotación de los recursos mineros, que pueden cumplir un papel fundamental en el desarrollo del país y la remoción de la restricción externa.
¿Cuánto tiempo nos queda para encontrar el rumbo necesario del desarrollo nacional y no quedar definitivamente atrapados en las redes de la restricción externa? Probablemente, no mucho, porque las fuerzas de la globalización son cada vez más intensas y, por lo tanto, creciente el riesgo de subordinación del espacio nacional a procesos incontrolables y a las decisiones de agentes foráneos y sus epígonos criollos.
La remoción de la restricción externa define el futuro de la economía argentina y su inserción en el orden mundial. Es posible, a través del aumento de los excedentes de la producción primaria y el autoabastecimiento energético, extender el límite del crecimiento de la estructura productiva desequilibrada. Es decir, cuanto mayor sea el SPP, mayor el déficit posible del comercio de MOI. Dentro de la actual estructura productiva desequilibrada, el SPP es el límite del crecimiento de la industria. En tal sentido, respecto de la relación campo industria, puede afirmarse que el presente de la industria argentina depende del campo. Pero el futuro del campo depende de la industria, porque, sin ella, subsiste una economía incapaz de incorporar plenamente la ciencia y la tecnología y generar pleno empleo a niveles crecientes de productividad, ganancias y salarios.
Las condiciones necesarias para la remoción de la restricción externa son las mismas que posibilitan el desarrollo económico y social. Vale decir, la fortaleza de la densidad nacional, que incluye la cohesión social, la impronta nacional de los liderazgos, la estabilidad institucional y el pensamiento crítico, capaz de observar la realidad desde las propias perspectivas.

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Capitanich quiere cambios en Fútbol para Todos, pero Araujo se queda


El Gobierno estudia cambios para el Fútbol para Todos aunque sin hacer modificaciones en el grupo de profesionales que trabajan durante las transmisiones. Así lo anunció el ahora jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Estas serán las modificaciones a tratar:

  • La seguridad de los estadios
Capitanich se reunirán con Grondona y ambos buscarán una solución definitiva a la violencia en el fútbol. Además, se establecerá un cronograma para la puesta en marcha del sistema AFA Plus.

  • Restricciones en el dinero para los clubes
Capitanich cree que el Estado aportó mucho dinero para los clubes, y este fue malgastado por sus presidentes. Es por esto que no habrá un grifo abierto en la renegociación para la nueva temporada del Fútbol para Todos.

  • Ingreso de publicidades privadas
En vísperas del Mundial, del cual el Estado tiene derechos de transmisión, Capitanich espera dar un mensaje a la sociedad y hacer un mix entre pauta oficial y auspiciantes privados.

  • Reparación de los clubes y sus deudas impositivas
Según Capitanich, sus antecesores, Aníbal Fernández , Juan Manuel Abal Medina y Pablo Paladino, manutuvieron una posición muy permisiva con respecto a los clubes. El nuevo jefe de Gabinete le pedirá a la AFA y su presidente Julio Grondona, medidas efectivas para controlar los gastos generar un plan de pago de las deudas ante la AFIP y los otros agentes recaudadores del Estado.

  • Transmisión en alta definición
El Gobierno buscará brindar una mayor calidad de imagen que la que se brinda actualmente. No se descarta que este nuevo servicio 'premium' se comercialice de alguna manera directa o indirecta para generar ingresos extras.

  • Nuevo formato de Torneo
No es un tema de la agenda formal, pero Capitanich consultará sobre el proyecto que reflotó de cambiar las estructuras y competencias para la temporada 2014/15.

Colombi se reunió con Massa y sacudió a la UCR

 

El diputado electo estuvo en un acto sindical y luego se reunió con el gobernador radical para reforzar su perfil frentista. El mandatario volvió a desconcertar a su partido. “El partido es una marca y hay que meterle algo adentro”, se defendió su diputado Portella.

Corrientes: Colombi se reunió con Massa y sacudió a la UCR
Massa con Colombi y Daer.

 Sergio Massa visitó Corrientes y se reunió con el gobernador Ricardo Colombi, el único mandatario provincial que queda en el país de la UCR, que la semana próxima elige autoridades nacionales.

Massa viajó a la provincia norteña a participar en la localidad de Paso de la Patria de un encuentro con trabajadores de Estaciones de Servicio, gremio de Carlos Acuña que integra la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo.
El sindicalismo también estuvo representado por Héctor Daer, líder de Sanidad y diputado nacional electo.

Reelecto el 15 de octubre, en una reñida elección con el kirchnerista Carlos Espínola, Colombi siempre tira señales al peronismo. En 2009, luego de ganar las elecciones, fue recibido por Néstor Kirchner, una foto que le valió un enfrentamiento con la entonces cúpula de la UCR, liderada por Gerardo Morales. Lejos de asustarse, el año pasado también se mostró varias veces con Mauricio Macri.

Ahora no existe escenario que haga posible un reto. “La UCR es sólo una marca que hay que ponerle algo adentro y no aparecer siempre con una botella de lavandina. Nosotros siempre hicimos frentes amplios en Corrientes. Nuestro próximo vicegobernador, Gustavo Cantero, viene del peronismo”, se justificó ante LPO el diputado Agustín Portella.

-¿Acaso Massa representa hoy al PJ?

-Bueno, al menos eso eligió la gente, que es la que define todo –respondió.

El comité nacional de la UCR vuelve a ser parte de una interna feroz, esta vez librada por Ernesto Sanz y Ricardo Alfonsín. Los sondeos entre los delegados del comité nacional dan al mendocino como el seguro ganador, un empuje para su candidatura presidencial.

Claro que, hacia fuera, su figura es desconocida y Julio Cobos sigue siendo el radical con mayor intención de voto, aunque el partido lo resista.

Fanático de jugar a dos puntas, Colombi recibió días pasados a Hermes Binner potencial socio de Cobos en un frente.

Fuentes del peronismo correntino recuerdan que el correntino tiene una relación buena con Jorge Capitanich, pero no lo imaginan junto a Cristina.

“La presidenta nunca le va a perdonar que le haya mentido también a Néstor”, aseguran.

Lejos de erigirse como peronista ortodoxo, con su incursión por Corrientes Massa reforzó el perfil frentista que busca consolidar para 2015.

Sus operadores también convocaron a los líderes de los partidos provinciales. De hecho, el presidente de la Cámara de Diputados es Gerardo Cassani, del intervenido partido Liberal.

De Narváez: “En marzo asumo como ministro de Seguridad de Scioli”


El empresario apuesta a ingresar al gabinete de Scioli y retomar el control de América para impulsar su resurrección política. Los cambios que anuncia para el canal en las reuniones en Barrio Parque y los roces con Daniel Vila por Massa. 

“En marzo asumo como ministro de Seguridad de Scioli, tengo que resolver ese problema para reposicionarme en la carrera a la gobernación”, anunció muy seguro Francisco de Narváez a los interlocutores que está reuniendo en se casa de Barrio Parque.

La versión no es nueva y circulaba junto con la designación en el gabinete sciolista de su mano derecha Gustavo Ferrari, que terminó recalando en la asesoría general de la Gobernación.

Pero el plan del ex dueño de Casa Tía para resurgir de la durísima derrota que sufrió en las pasadas elecciones donde apenas pudo meter dos diputados –renovó su banca y la del moyanista Omar Plaini-, es más amplio.

La pelea por América

Acaso la jugada más complicada que tiene por delante es recuperar el control del canal América –donde es accionista-, pero que hoy está manos de Daniel Vila y José Luis Manzano.

“José Luis (por Manzano) me apoya, él reconoce que fue un error de Daniel (por Vila) alinearse con Massa”, dice el empresario en las reuniones con hombres claves del canal que invita a encuentros secretos en su living de Barrio Parque.

Vila es amigo personal de Massa y no lo oculta: Declaró públicamente en más de una ocasión que debería ser el próximo presidente. El alineamiento de América con el ganador de las últimas elecciones es un tema que preocupa y mucho a Scioli, siempre muy atento a los posicionamientos de los medios.

De Narvéz está convencido que Manzano lo apoyará en la toma de control de América, para ponerlo al servicio del proyecto presidencial de Scioli. Muchos de sus interlocutores no comparten ese entusiasmo y temen que el colombiano sea víctima de uno de los tantos juegos a varias bandas del ex ministro del Interior.

Ajeno a esas suspicacias, De Narváez ya está repartiendo cargos para tomar el control del canal: Su plan es reubicar al frente de la emisora a Gustavo Capua, quien ya ocupó posiciones importantes en el canal.

Mientras que para el área más sensible, esto es el departamento de noticias, imagina un regreso triunfal de Román Lejtman, que por su alineamiento con De Narváez fue expulsado del área por decisión directa de Manzano que ubicó en su lugar a Rolando Graña.